Según un informe de la Red Nacional de Defensoras de Derechos Humanos, en 2023 se registraron 2.687 agresiones a defensoras en Honduras, un incremento del 125% en comparación con el año anterior. Las más afectadas son aquellas que pertenecen a comunidades indígenas, afrodescendientes, personas de la comunidad LBTIQ+ o rurales.
El 76% de las agresiones se dirigen contra mujeres que luchan por la tierra y el territorio frente al expolio del capital nacional o extranjero. Las principales defensoras son mujeres garífunas, indígenas y campesinas, quienes protegen los ríos, bosques y filosofías ancestrales. Estas mujeres, vinculadas a pueblos ancestrales, defienden no solo sus vidas y cuerpos, sino también los bienes naturales comunes, que son el centro de los esfuerzos colectivos y la lucha por la vida en un sentido más amplio.
Las periodistas defensoras de derechos también enfrentan agresiones debido a su labor de comunicación y críticas a las políticas capitalistas y neocoloniales implementadas por los gobiernos. La violencia ejercida sobre estos colectivos afecta el derecho a la libertad de prensa y la libre circulación de la información periodística.
Para las defensoras, el impacto emocional de las agresiones afectan su bienestar general. Por eso, apoyamos redes comunitarias que ofrecen espacios de protección, sanación y acompañamiento a defensoras en riesgo, visibilizando las agresiones que sufren por la labor que realizan y aplicando conocimientos ancestrales de los pueblos indígenas y afrodescendientes sobre la defensa de la vida.
Apoyan a mujeres que defienden la tierra, los territorios y los derechos humanos en América Latina (Abya Yala).
Crean casas refugio para que las defensoras en riesgo y sus familias puedan encontrar protección y seguridad.
Apoyan el reconocimiento e impacto del trabajo por el avance de los derechos humanos que realizan las defensoras.
Implementan procesos de sanación basados en conocimientos ancestrales para ayudar a las defensoras a recuperarse emocional, física y espiritualmente.
Visibilizan las agresiones que sufren las defensoras por la labor que realizan.
Dan respuesta integral al aumento de violencias contra mujeres defensoras en la región.
Tienen una mirada decolonial en todos sus procesos.
TZK’AT - Red de Sanadoras Ancestrales del Feminismo Comunitario
Esta articulación política territorial, conformada por mujeres Maya Q’eqchi’, comadronas, dirigentas, estudiantes, sahumadoras, hierberas; surge a partir del encuentro de mujeres Mayas defensoras de territorio que se encuentran en situación de desplazamiento político territorial forzado. Han dispuesto sus saberes ancestrales de sanación para acuerpar a otras mujeres Mayas en el territorio Q’eqchi’, pero también en otras comunidades tanto dentro como fuera de Iximulew (Guatemala). Desde su propuesta del feminismo comunitario territorial y la sanación como camino cósmico político, aportan desde un abordaje para la recuperación emocional, física, espiritual y politica de defensoras criminalizadas y judicializadas en la región.
Asociación de mujeres indígenas y campesinas Ixcoq Mayaj
Surgida de la Unión Verapacense de Organizaciones Campesinas (UVOC) el 21 de diciembre de 2008, es una organización que trabaja por el desarrollo integral de las mujeres rurales e indígenas de las comunidades Q'eqchi', Poqomchi', y Achi en la región de Tezulutlán, Guatemala. Su misión es promover el desarrollo rural desde una perspectiva cosmogónica y étnica, abogando por una sociedad más justa, inclusiva y equitativa, con democracia real, donde las mujeres y los pueblos indígenas sean protagonistas del desarrollo. La asociación también se centra en combatir la desigualdad y la violencia contra las mujeres, ofreciendo apoyo técnico, jurídico y administrativo para atender estas problemáticas.
Iniciativa Mesoamericana de Defensoras (IMD)
Inició su trabajo en 2010 con el fin de dar una respuesta integral y regional al aumento de la violencia contra las defensoras de derechos humanos en Mesoamérica. Se trata de una articulación formada por la Colectiva Feminista para el Desarrollo Local (El Salvador), Consorcio para el Diálogo Parlamentario y la Equidad Oaxaca (México), JASS-Mesoamérica y las redes nacionales de defensoras de El Salvador, Honduras, México y Nicaragua, las cuales en conjunto articulan a más de 2,000 mujeres defensoras de derechos humanos.
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