Soy una persona conectada con la vida y la libertad, hija de un padre y madre trabajadores de la salud, la tercera de 4 mujeres y un hermano menor, de una familia que hace creer que los vínculos traspasan cualquier frontera.
Crecí en el norte de Chile, donde florece el desierto y donde se encuentra la fuente de mayor riqueza del país, el cobre.
Estudié en el puerto de Valparaíso, el puerto de mis amores, donde desarrollé todo el amor por el trabajo con personas y el entusiasmo por mejorar la calidad de vida de las mujeres, a las que el sistema capitalista y patriarcal no les ha permitido elegir muchas de las cosas que les tocó superar.
Actualmente en la ciudad de Barcelona, busco ensanchar mis experiencias y desarrollarme profesional y humanamente, apoyando el equilibrio entre pasión, activismo y trabajo de las integrantes del equipo Calala, para cuidar y cuidarnos juntas, a la par de colaborar en la sensibilización sobre la importancia del autocuidado y el cuidado colectivo como uno de los grandes desafíos actuales para una sociedad justa.
Mi espíritu feminista ha encontrado también en este espacio un lugar donde desarrollar mi interés por generar prácticas anti racistas y decoloniales, en un equipo que reflexiona y crece buscando desarrollar posturas críticas y que hagan crecer la participación de todas las personas independientes de su género, sexo, su lugar de origen, su color, su orientación del deseo y afectividad.
Para que sigamos adelante y podamos continuar apoyando a movimientos y colectivos de mujeres, necesitamos el apoyo de todas y todos. Por eso, quiero invitarte a que tú también celebres tu feminismo haciéndote donante de Calala aquí.
Es de vital importancia seguir financiando a los movimientos que trabajan por la justicia y los derechos de las mujeres.