Del 15 al 17 de mayo, la Directora Interina de Calala, Fiona Montagud, participó en la Conferencia Anual del European Foundation Centre (EFC), celebrada en Sarajevo (Bosnia Herzegovina), explicando el apoyo de Calala a grupos de mujeres migradas cuyas estrategias de trabajo contribuyen a eliminar los prejuicios y discriminaciones hacia este colectivo.
Calala participó en la conferencia de EFC, red europea creada en 1989 y formada por 231 fundaciones interesadas por fortalecer el sector de la filantropía en Europa, invitada por el fondo de mujeres holandés Mama Cash, donante de Calala e integrante de EFC. En el panel “Discriminación y prejuicios en Europa: Un desafío para Europa, Montagud explicó la situación de la inmigración en el Estado español y analizó la discriminación específica contra las mujeres migradas en relación con el trabajo doméstico, el acceso a la sanidad pública y gratuita y el choque entre la Ley Integral contra la Violencia de Género y la actual Ley de Extranjería.
Migradas organizadas, motor de cambio e interculturalidad
Fiesta de Mujeres Pa’lante, verano de 2013
La Directora Interina de Calala defendió que las fundaciones tienen un papel importante que jugar en la eliminación de los prejuicios y la discriminación contra las mujeres migrantes y propuso dos instrumentos para ello: el primero es el apoyo a organizaciones de mujeres migradas de base, que funcionan con presupuestos muy pequeños pero su trabajo tiene un gran impacto. Fortalecer a estos grupos y brindarles apoyo con procedimientos sencillos para su sostenimiento y para el desarrollo de sus actividades posibilita que se lleven a cabo cambios reales. Por ejemplo, este fortalecimiento se traduce en una mayor capacidad de definir sus propias demandas (para que no hablen otras en su nombre), de crear alianzas e incidir ante el Estado. Calala apoya actualmente a 5 grupos y redes de mujeres liderados por mujeres migradas.
Equipo de voluntarias de Mujeres Pa’lante
El segundo es la creación de espacios de coexistencia entre la población migrada y autóctona, entendiendo que la integración es un proceso bidireccional. Para que exista integración, ésta tiene que estar basada en la interdependencia, el intercambio y la igualdad. Dos de las organizaciones migrantes a las que apoya Calala están utilizando la estrategia de crear espacios de coexistencia entre la población autóctona y migrante para vencer los estereotipos y los prejuicios en las comunidades en las que trabajan. Para ello, han abierto los servicios que ofertan (asesoramiento sociolaboral, cursos de formación, talleres de empoderamiento) a las mujeres autóctonas. Gracias a esto, mujeres de diversos orígenes se conocen, establecen vínculos emocionales y se van deconstruyendo los estereotipos y prejuicios mutuos. De la competición por los recursos se pasa a establecer relaciones de cooperación en las que las mujeres piensan en cómo pueden ayudarse, creando redes de apoyo informales.
Además, Calala cuenta con un programa para mujeres emprendedoras en el que participan mujeres migradas y autóctonas. El año pasado, en la valoración final del programa, todas las mujeres destacaron que lo mejor de todo el proceso había sido poder conocer a las demás, aprender las unas de las otras y establecer redes de apoyo mutuo.
Esperamos que nuestra experiencia sirva para que otras fundaciones y donantes apuesten por apoyar a las organizaciones de mujeres de base que cambian el mundo cada día.
