El Foro de AWID es un acontecimiento de primer orden para el movimiento feminista internacional. Se realiza cada tres años, cada edición en un país y continente distinto, y acoge a los feminismos más diversos que actualmente están activos a nivel global.

En septiembre asistimos al 13º Foro de AWID que se celebró en Brasil y volvimos impactadas e impresionadas por todo lo que vimos y conocimos. Hemos escrito una crónica para el Periódico Diagonal que podéis leer en el siguiente enlace:

https://www.diagonalperiodico.net/libertades/31553-imaginando-futuros-feministas-13o-foro-awid-brasil.html

Aquí os dejamos las entrevistas íntegras que realizamos a las diferentes activistas que conocimos en el foro, que son una muestra de la diversidad que encontramos en Brasil. No os las perdáis.

leticiaLeticia Zenevich. Brasileña, participante en el espacio previo para feministas jóvenes. Trabaja en la organización Women on Web un servicio de aborto médico online con sede en Ámsterdam.

¿En qué momento se encuentran los feminismos jóvenes y cuáles son sus principales reivindiaciones?

El movimiento está en crecimiento, estamos descubriendo nuestras propias voces. Estamos buscando nuevas maneras de usar nuestra expertise tecnológica como “millenials”, teniendo en cuenta además que somos la generación que más idiomas habla. Queremos convertir esto en logros concretos para el movimiento.

Me interesa mucho la autonomía del cuerpo, que abarca un espectro muy amplio de temas, como la autonomía para las personas transgénero, la justicia sexual y reproductiva, el derecho al aborto, etc. También nos preocupa mucho el cambio climático, que afectará de forma directa a nuestra generación. Desde el sur global nos interesa deconstruir y reconstruir alianzas más igualitarias, descolonizadas, con nuevas reglas y sin jerarquías.

¿Por qué crees que es importante el foro de AWID?

Internet nos da grandes posibilidades, pero también tiene grandes limitaciones. Verte cara a cara y hablar en persona es mucho más enriquecedor. He podido hablar con compañeras de Egipto, de Congo o de El Salvador. El espacio de jóvenes feministas lo abrimos con una poeta de Nigeria. Su voz de la periferia global resonó en nuestras voces de feministas jóvenes y nos tocó a todas al margen de nuestra identidad geopolítica. Es una muestra de que este espacio es activismo, pero también es arte y poesía y utiliza métodos distintos a los tradicionales. dali

 

Dali Ángel Pérez. Integrante de Mujeres Indígenas por CIARENA y de la Red de Jóvenes Indígenas de Centroamérica y México, una región en la que transnacionales están extrayendo los recursos naturales y provocando el desplazamiento forzado de los pueblos indígenas.

Háblanos de la situación de las mujeres indígenas en América Latina y sus principales reivindicaciones.

Los pueblos indígenas todavía conservamos los recursos naturales en nuestros territorios por nuestra relación armónica con la madre tierra. Las grandes empresas transnacionales, con el apoyo de los estados, se han dedicado a extraer los recursos y provocar el desplazamiento forzado de los pueblos indígenas siendo afectados mayormente las mujeres, jóvenes y niñez indígena. Las mujeres indígenas en el afán de defender sus derechos individuales y colectivos han padecido persecución y hostigamiento.

Por ejemplo, en mi región hay un proyecto de empresas españolas catalogadas como empresas limpias y responsables, que se han instalado en territorio indígena en el istmo de Tehuantepec, Oaxaca, con la construcción de aerogeneradores eólicos sin haber consultado previamente a las comunidades indígenas. No pueden hablar de energía de limpia cuando se violentan los derechos individuales y colectivos de las comunidades indígenas.

Si hablamos de derecho a la salud, o de los derechos sexuales y reproductivos, debemos abordarlo desde un enfoque integral donde se trascienda lo biológico e incorpore dimensiones espirituales así como el derecho a un medio ambiente sano, el acceso a la tierra, el derecho a la participación plena y efectiva, a tener una vida libre de violencia en todos los sentidos. Por eso siempre defendemos los derechos individuales y colectivos desde una visión integral que incluya la cosmovisión y la espiritualidad de los pueblos indígenas.

¿Qué te parece el Foro de AWID?

Es importante encontrarnos en las distintas diversidades, debemos encontrar nuestros puntos de coincidencia para empujar la articulación, visibilizar nuestras demandas y caminar colectivamente. No es sólo abrir el espacio de participación en los foros a trabajadoras sexuales, lesbianas, indígenas, etc., sino practicar la inclusión, que incluyamos las demandas de las otras en nuestra agenda, lo que nos posibilita alianzas más consistentes a futuro.

Hisilicon Balong

Ekaterine GejadzeActivista feminista de Georgia, un país en el que los sectores conservadores y fundamentalistas están ganando fuerza y donde cuesta mucho transgredir los imperativos sociales y de género. Trabaja en el fondo de mujeres Women’s Fund in Georgia.

¿Cuál es el contexto actual para las mujeres y los feminismos en Georgia?

Vivimos en una sociedad muy tradicional en la que las fuerzas religiosas y conservadoras tienden a crecer y se están volviendo más y más fundamentalistas. Este año por primera vez en Georgia hemos tenido a un grupo neo-nazi marchando por las calles de la capital, Tiblisi, haciéndose llamar “Poder Georgiano”. Son hombres blancos, heterosexuales y ortodoxos. Atacan todo y a todas las personas que no son como ellos. Entienden que si eres de Georgia debes ser heteronormativa, ortodoxa, tener una familia y cumplir con las normas de género, en nuestro caso como mujeres tenemos que ser femeninas y depender de los hombres. Si no, se supone que estamos amenazando la identidad georgiana. Este grupo atacó recientemente un café vegano en Tiblisi; trajeron carne asada y la lanzaron dentro del café diciéndole a la gente que la comiera y atacaron al personal. Cuando la policía llegó, automáticamente defendieron a estos criminales porque las personas en el café tenían un aspecto diferente, una manera de vestir y un estilo alternativos.

Las mujeres y la comunidad LGTBQI somos las que sufrimos más debido al sexismo y a la homofobia. No tenemos acceso a la salud reproductiva ni a la educación sexual y se reprimen las diferentes expresiones de la sexualidad. Por ejemplo, la virginidad antes del matrimonio es un tema crucial y por eso hay muchas operaciones de reconstrucción del himen, así como certificados que se usan para probar tu  virginidad.

En Georgia el movimiento de mujeres está en el proceso de desarrollarse. Actualmente se están defendiendo principalmente temas “mainstream” como las cuotas en el Parlamento. Es una cuestión importante pero, desde mi perspectiva, requiere implicar estrategias adicionales para asegurar que las mujeres que accedan al Parlamento son sensibles al género y no reiteran las actuales formas patriarcales de gobierno. Por otro lado, hay temas que no están siendo debatidos y que ni siquiera se consideran un problema en la sociedad georgiana. Por ejemplo, el acoso sexual, que necesita ser discutido e incluido en el discurso.

¿Qué piensas sobre este foro?

Este espacio me ha dado una perspectiva global de las cosas que hacemos, una fotografía más amplia. También una sensación de que no estoy sola, de que tengo muchas aliadas de diferentes partes del mundo. Muchos de los temas por los que peleamos son universales, aunque con contextos locales. Es un espacio seguro para mí, siento que estoy entre mi gente. Aunque tengamos diferentes orígenes  y culturas siento que pertenezco más aquí que a mi país.


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Georgina Orellano. Secretaria General del  Sindicato de Trabajadoras Sexuales de Argentina, país en el que el trabajo sexual no está penado pero sí altamente criminalizado.

¿Cuál es la situación actual de las trabajadoras sexuales en Argentica?

El contexto actual es de mucha criminalización. Desde 2008 existe legislación que pena la trata de personas, pero ésta ha tenido como impacto la criminalización de las trabajadoras sexuales. La legislación no diferencia la trata de personas y el trabajo sexual y sólo apunta a la trata con fines de explotación sexual y no a otros tipos de trata. Se ha forzado la clandestinidad, donde trabajábamos antes ahora la policía nos hostiga y persigue de forma arbitraria. Otras leyes sobre el espacio público también nos perjudican y facilitan este acoso policial. Por ejemplo, ahora la policía puede entrar en nuestros domicilios sin orden judicial. Ingresan con mucha violencia, robando nuestras pertenencias de valor e incluso los preservativos.

Nuestra principal reivindicación es que el Estado regule el trabajo sexual autónomo y que nuestra actividad no sea perseguida. Queremos poder ser  mono-tributas, como el resto de los trabajadores autónomos, y que el trabajo sexual pase a ser una categoría en la seguridad social. De esta forma podríamos tener una obra social que nos diera cobertura a nosotras y a nuestros hijos e hijas y una pensión cuando lleguemos a la tercera edad. También queremos eliminar la legislación que ampara la persecución policial.

Nos parece muy importante que cuando se discutan estos temas estemos representadas, sensibilizar sobre la diferencia entre trata de personas y trabajo sexual y que la sociedad pueda escucharnos hablar desde nuestras experiencias. Cada mujer tiene una historia, claro que hay malas experiencias dentro del mercado sexual  pero también hay buenas, en este sentido todas las voces deben ser legítimas  y el Estado tiene que llevar adelante políticas para ambos sectores.

¿Cómo has vivido el Foro de AWID?

Es la primera vez que estoy en un encuentro en el que no tenemos que hacer incidencia para que nos nombren, en el que hay respeto a la autonomía de nuestros cuerpos y a nuestra identidad política como trabajadoras sexuales. Hay compañeras de muchos países como Tailandia, Brasil, España, Turquía, Serbia, Nicaragua y Colombia, entre otros. Conocer sus estrategias y experiencias de organización nos da más fuerza para seguir adelante. Por ejemplo, las compañeras de Serbia, donde existe un modelo similar al sueco, nos cuentan que están muy perseguidas; esto nos convence de que tenemos que detener ese tipo de legislaciones.

Que una reunión plenaria acabe con un desfile de trabajadoras sexuales es muy transgresor, con eso nos corremos de la hegemonía de la belleza mostrando la diversidad de los cuerpos, liberadas por poder mostrar nuestros cuerpos sin tabús, orgullosas de ser trabajadoras sexuales, sujetas de derechos y no víctimas.

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Roberta Lira. Cantante, música y activista afrobrasileña antirracista del Colectivo Kurima – Estudantes negras e negros da UFSC y de Kurima Bantu MUDEMPODIRO en un país en el que las profundas desigualdades están íntimamente ligadas al racismo estructural.

¿Cuál es el contexto para las mujeres negras en Brasil?

Es un contexto de exclusión. Paradójicamente, por un lado, hay una hipersexualización de nuestros cuerpos y, por otro, no se nos considera ni siquiera mujeres, por ejemplo a las que trabajan como empleadas de hogar. Brasil se mantiene por estas mujeres que trabajan en las casas de las mujeres blancas, incluso de las feministas blancas, dando de comer a sus hijos y limpiando su basura. Estas mujeres son racistas no hacen nada para cambiar la estructura de la sociedad, para erradicar el abismo económico entre unas y otras, para eliminar la desigualdad racial.

Yo estoy en otro lugar porque trabajo en la universidad, pero ahí también veo como muy pocas mujeres negras acceden a los estudios superiores o a otros espacios blancos. La mayoría de las intelectuales e investigadoras son blancas. Necesitamos identificar a la población blanca como privilegiada en una sociedad en la que la desigualdad es estructurada. Las desigualdades que afectan a la población negra y a la población indígena tienen un origen racial. Tenemos problemas socio-raciales que urgen. La cuestión negra y la cuestión indígena son cuestiones políticas.

¿Cuáles son tus impresiones sobre el Foro de AWID?

He visto la diversidad en el Foro de AWID, que ha sido muy importante, y he visto intentos de estar juntas. Sin embargo, no he visto que las mujeres no negras hayan profundizado en las cuestiones urgentes que nos afectan a las negras. Estando en Brasil, en Salvador de Bahía, que fue el principal puerto para el comercio de esclavas y esclavos de América del Sur, en un hotel de lujo, necesitábamos de un trabajo más profundo. Tenemos que descolonizar nuestras mentes. Solo así conseguiremos acabar con la exclusión social racial; pero el poder, las personas privilegiadas aparentemente no tienen interés en ello porque no lo sufren. El camino es bueno pero urge un compromiso más intenso, más vivo y más directo, porque estamos muriendo.

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Li Maizi (en la foto) y Ting Wei. Activistas chinas detenidas y encarceladas junto a tres compañeras más en 2015 durante 38 días por realizar una acción contra el acoso sexual en el transporte público.

¿Por qué os arrestaron el año pasado? ¿Cuál es vuestra situación en este momento?

Ting Ting: Se organizó una acción de calle en el transporte público para difundir mensajes contra el acoso sexual y nos presentamos voluntarias a participar. Después de eso, a las seis de la tarde la policía vino a buscarme y me llevaron a la comisaría. Me tuvieron en una habitación durante 24 horas. Tres o cuatro horas más tarde me di cuenta de que había habido más arrestos. Después de 24 horas bajo custodia nos llevaron a un centro de detención. Allí estuvimos durante otros 37 días, después de los cuales fuimos liberadas.

Maizi: Estuvimos en el centro de detención hasta el 13 de abril de 2015. Nos liberaron gracias a la presión internacional. Hubo varias declaraciones de diferentes países como Estados Unidos, donde algunos miembros del Senado denunciaron nuestra situación, así como de la Unión Europea y de Naciones Unidas. También hubo un montón de manifestaciones en diferentes países como India, Corea, Estados Unidos, Inglaterra… Creo que se dieron cuenta de que no lo podían controlar y que la mejor manera de proceder era liberándonos. Pero después de ser liberadas nos pusieron en libertad bajo fianza durante 12 meses, el período máximo. Ahora que este periodo ha terminado podemos viajar al extranjero, pero aún estamos bajo control, especialmente a través de internet y de nuestras conversaciones privadas. Recientemente, una directora quería hacer un documental sobre nosotras y la policía le llamó para intentar parar el proyecto diciéndole que estaba prohibido.

¿Cómo es el movimiento feminista en Chica?

En 1949 se creó la “Nueva China”. En ese tiempo parecía que había más igualdad entre mujeres y hombres. Trabajaban juntos en los mismos oficios. Incluso vestían la misma ropa, un uniforme que no era ni femenino ni masculino. La Conferencia Mundial sobre la Mujer celebrada en Beijing en 1995 fue fundamental. En ese momento las autoridades establecieron departamentos sobre mujeres en diferentes universidades y en el mundo académico comenzaron lo que se conoce como “Estudios sobre la Mujer”. Han pasado 20 años desde entonces. Hemos tenido un largo período en el que las organizaciones de mujeres han tenido mucha conexión con las autoridades. Es un tipo de relación basada en el lobby, pero en el sentido de “Yo te hago lobby, pero igual tú eres mi marido”. La mayor parte de las integrantes de la Federación de Mujeres de China están casadas con oficiales de alto rango.

Pero las feministas y activistas jóvenes no tenemos acceso a los recursos del Gobierno. Queremos que las autoridades tengan que rendir cuentas y asumir responsabilidades por todas las discriminaciones de género. Para ello realizamos acciones directas. Por ejemplo, en 2012 ocupamos el metro y nos rapamos para sensibilizar sobre las injusticias. La más famosa de nuestras acciones fue la del “vestido ensangrentado”. Caminamos en una plaza muy comercial durante más de 20 minutos. Durante mucho tiempo hemos tenido encuentros con la policía. Por eso en 2015 no lo pudieron tolerar más y nos detuvieron.

¿Qué pensáis sobre el Foro?

Ting Ting: El Foro de AWID es un ejemplo de cómo combinar la teoría y el movimiento feminista en relación con los problemas globales que nos preocupan. Me siento muy inspirada porque es la primera vez que atiendo un Foro de AWID, es un evento gigantesco. Aún así, creo que la voz de las mujeres asiáticas es poco visible en relación con otras voces. En China y en Asia tenemos mucha población pero nuestro idioma y nuestra cultura no es tan visible en la conferencia. Revisé quiénes eran las integrantes de la Junta Directiva de AWID, y si mi memoria no me engaña, no había mujeres asiáticas en la Junta.  Deberían incluir a mujeres asiáticas en la Junta y en la agenda.

Maizi: Durante el periodo de mi detención me di cuenta por primera vez del significado de sororidad, me sentí muy emocionada. Hice muchas amigas de diferentes partes del mundo, ni siquiera nos conocíamos y simplemente salieron a manifestarse a las calles. Hace poco he sabido de Na Young, una activista feminista lesbiana de Corea del Sur. Hizo una manifestación y está enfrentando cargos por este motivo. Propondré a Na Young que escribamos una carta para el juez para que la libere. Con nuestra detención, mucha gente decía: «Guau, existe un feminismo real en Chica”. Creo que realmente ha supuesto un cambio que AWID nos haya invitado a venir. Me interesa la idea de ciudadanía global, no me importan las nacionalidades, creo que tenemos una sororidad, una solidaridad, compartimos sentimientos similares, es bueno para nosotras comunicarnos y ayudarnos unas a otras.