“Los pasos que vamos dando parecen pequeños, y probablemente lo sean, pero en el imaginario social y en la mente de las más jóvenes está ahora la posibilidad de decidir sobre sus cuerpos”. Así hablaba Regina Fonseca, defensora hondureña de los derechos humanos, en el encuentro que organizamos en Madrid el miércoles 3 de mayo titulado “Resistencias Feministas. Defensoras en lucha por los Derechos Sexuales y Reproductivos en Mesoamérica y el Estado español”. Este acto surge de la necesidad de crear espacios de diálogo y articulación de luchas feministas entre Mesoamérica y el Estado español con el fin de aunar fuerzas para construir escenarios equitativos y justos a ambos lados del Atlántico.

Unas 30 personas participaron en el encuentro, que fue posible gracias a nuestra articulación con el resto de organizaciones que coorganizaban la actividad, la  Iniciativa Mesoamericana de Defensoras de Derechos Humanos, Brigadas Internacionales de Paz,  JASS – Asociadas por lo Justo y  Píkara Magazine, bajo el liderazgo de Front Line Defenders.

flyer madrid

La moderación estuvo a cargo de María Ángeles Fernández, co-coordinadora de Píkara Magazine, que habló de la importancia de la solidaridad internacional entre movimientos. Durante las movilizaciones para detener el intento de reforma de la ley del aborto impulsada por el entonces Ministro de Justicia, Alberto Ruíz Gallardón, fue un factor clave el apoyo recibido por feministas de otras partes del mundo que vieron la necesidad de responder a esa amenaza de retroceso. Más recientemente, movimientos como “Ni una menos” o la convocatoria al paro del pasado 8 de marzo son llamadas globales cuyo éxito reside en la posibilidad de adaptarlas a los contextos locales convirtiéndose en una estrategia muy potente.

Píkara ha mostrado su compromiso con el derecho a decidir de las mujeres desde sus inicios hace casi siete años, con reportajes como “Yo aborté” dirigido a romper con el estigma de víctima de las mujeres que abortan o el reportaje que recoge la memoria de nuestro movimiento recordando las movilizaciones en defensa de las 11 mujeres acusadas de aborto en Euskadi a finales de los 70 y principios de los 80 y que fueron clave para la posterior legalización del mismo en el Estado español.

 

Una oportunidad para el cambio perdida en Honduras

Honduras es uno de los países con mayores índices de desigualdad social según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL). La Píldora Anticonceptiva de Emergencia, o píldora del día después, está totalmente prohibida. El aborto está penalizado en todas sus formas, pero esto no evita que se produzcan abortos, dado que se realizan 82.000 abortos clandestinos cada año, con el consiguiente peligro para la salud de las niñas y mujeres. Todo ello teniendo en cuenta el altísimo índice de violencia sexual hacia las mujeres y un índice de impunidad para delitos sexuales superior al 90%.

Como nos explicó Regina Fonseca, 910 niñas menores de 15 años fueron madres el año pasado a causa de una violación. Regina es responsable del Programa de Incidencia Internacional de la organización Centro de Derechos de Mujeres (CDM) y cuenta con más de 30 años de experiencia en la lucha por los derechos humanos en Honduras, en particular sobre los derechos sexuales y reproductivos.

charla mesa

Ella nos contó como las feministas hondureñas han intentado aprovechar una oportunidad única para avanzar la legislación sobre el aborto en un país en el que está penalizado en todos los casos. El Congreso Nacional de Honduras está discutiendo en estos días un nuevo Código Penal. La plataforma Somos Muchas, de la que Regina forma parte, ha trabajado activamente por la despenalización del aborto en tres causales en este Código: cuando el embarazo es producto de una violación; cuando pone en grave riesgo la salud y la vida de la mujer embarazada y cuando existen graves malformaciones congénitas incompatibles con la vida.

A pesar de que, según las encuestas realizadas, la mayoría de la población está a favor de la despenalización del aborto en estos casos, la mayoría parlamentaria no quiere asumir ninguna de estas propuestas. Esto se debe en parte al poder de las Iglesias evangélica y católica, que en período preelectoral (las próximas elecciones generales serán en noviembre de 2017) ejercen presión al Gobierno para que continúe limitando los derechos sexuales y los derechos reproductivos de las mujeres a cambio de su apoyo. Una vez más, los cuerpos de las mujeres como moneda de cambio. Desgraciadamente, este 4 de mayo, estando Regina Fonseca de visita en nuestro país, el Congreso Nacional votó a favor de mantener la penalización absoluta del aborto en el nuevo Código Penal, como lamenta en este comunicado la plataforma Somos Muchas. En cualquier caso, las organizaciones de mujeres y feministas de todo el país están articuladas y no cesan en su empeño por lograr avances.

 

Las defensoras de derechos sexuales y los derechos reproductivos, ¿criminales?

Marusia López Cruz, asesora permanente del Programa Global de Defensoras de JASS – Asociadas por lo Justo e integrante de la Iniciativa Mesoamericana de Defensoras de Derechos Humanos, explicó en el Encuentro que las activistas hondureñas, al igual que el resto de defensoras de los derechos sexuales y de los derechos reproductivos de la región mesoamericana, desarrollan su trabajo en una situación de riesgo y bajo el acoso, la difamación y la agresión constante por parte de actores contrarios a los derechos de las mujeres.

En una región que ha sido devastada por las políticas neoliberales que han generado desigualdad y pobreza, se ha permitido que intereses privados secuestren las instituciones y los recursos públicos. Estamos hablando de las empresas transnacionales, entre las que encontramos empresas de capital español, del crimen organizado y de las jerarquías religiosas, cuyos intereses representa hoy en día el Estado. Cualquier persona que se oponga a estos intereses es considerada una enemiga. Estos actores requieren de Estados autoritarios y de un clima de impunidad y violencia.

En este contexto la violencia contra las mujeres y la violación de sus derechos sexuales y reproductivos son una herramienta para aumentar el miedo en la sociedad y controlar a la población. No son por tanto temas que deban atañer sólo a las mujeres, siendo parte de una estrategia de represión más amplia. Así, no es casualidad que estos países tengan las tasas más altas de violencia de todo el mundo en lo que se refiere a países que no están en guerra, ni que tres de los siete países del mundo donde está totalmente penalizado el aborto estén en esta región.

Las defensoras de los derechos sexuales y de los derechos reproductivos enfrentan una triple amenaza. Primero, por el simple hecho de ser mujeres que salen del ámbito de lo privado, rompiendo ya con el rol que se espera de ellas. Segundo por los derechos que defienden, que “amenazan” a las instituciones. Y tercero, porque defienden derechos que siguen sin ser reconocidos como tales en estos países, a pesar de todos los estándares internacionales, debido a la fuerte influencia de las jerarquías religiosas. Esto convierte a las defensoras del derecho al aborto en criminales a ojos del Estado.

La Iglesia y los grupos fundamentalistas anti derechos hacen uso de una estrategia sistemática de difamación en los medios de comunicación, van a las manifestaciones a agredir a las defensoras y las atacan personalmente. La propia Regina contaba como hijos e hijas de compañeras de Somos Muchas preguntaban a sus madres si eran unas asesinas, ya que este era el discurso fundamentalista que oían en sus colegios.

charla general

Responsabilidades en el Estado español

Durante su estancia en Madrid, Regina Fonseca y Marusia López se han reunido con la Agencia Española de Cooperación Internacional al Desarrollo (AECID) para discutir la implicación de este organismo y de la Embajada de España en Honduras en el proceso de elaboración del nuevo Código Penal. Recursos públicos del Estado español se han estado utilizando para  apoyar este proceso que ha dado lugar a un Código Penal supuestamente moderno pero que incluye no sólo la penalización total del aborto sino también figuras ambiguas como la apología del terrorismo que pueden llevar a una criminalización aún mayor de las y los defensores de derechos humanos en el país. La sociedad civil hondureña y distintos organismos internacionales han mostrado su preocupación por el contenido del Código Penal y esperamos que el Gobierno de España aclare públicamente su postura sobre su apoyo a este proceso.

En esta misma línea, se ha organizado una reunión con parlamentarias y parlamentarios del Congreso de los Diputados, pertenecientes a las Comisiones de Cooperación al Desarrollo y a la Comisión de Igualdad, para que ejerzan efectivamente su labor de vigilancia al Gobierno en estos asuntos. Ambas defensoras se han reunido asimismo con el Ayuntamiento de Madrid, que acaba de publicar su Plan Estratégico de Derechos Humanos, donde el apoyo y protección a defensores y defensoras de derechos humanos es una prioridad. La reunión ha sido una oportunidad para que las defensoras expresen cuáles son sus necesidades y reivindicaciones en este sentido.

Finalmente, se ha celebrado una reunión con la sociedad civil que trabaja en Honduras y sobre la protección a defensoras de derechos humanos para que Regina Fonseca pudiera conocer directamente a las aliadas con las que cuenta en el Estado español y para que estas organizaciones conozcan directamente la situación y necesidades en el terreno.

 

¿Y qué puedo hacer yo?

La buena noticia es que en este contexto el movimiento de mujeres y feminista está trabajando de manera articulada para cambiar la realidad. Ellas están comprometidas a acabar con las injusticias y crear una sociedad en la que las mujeres puedan decidir libremente sobre sus vidas y sus cuerpos. Recordando las palabras de Mª Ángeles al cerrar el acto: “Juntas, somos poderosas”.

No hay que olvidar que las realidades de Mesoamérica y el Estado español están conectadas y que debemos, por un lado, implicarnos en la defensa de los derechos sexuales y los derechos reproductivos en nuestro propio país, donde existen grupos fundamentalistas anti derechos muy activos como Hazte Oír. Y por otro lado, debemos estar muy vigilantes de las responsabilidades de nuestro Gobierno en procesos como la elaboración del nuevo Código Penal en Honduras.

Además puedes apoyar directamente el trabajo de las organizaciones feministas en Honduras. Desde Calala Fondo de Mujeres estamos apoyando el trabajo del Centro de Derechos de Mujeres en la defensa de los derechos sexuales y reproductivos y, en concreto, el trabajo que está realizando la campaña Somos Muchas en el marco de un proyecto financiado por la Agencia Catalana de Cooperación al Desarrollo. Asimismo, también apoyamos a otras organizaciones de base como la Red de Jóvenes Feministas de Honduras implicadas en esta lucha.

Si tú también quieres poner tu granito de arena para conseguir el cambio, te invitamos a convertirte en donante de Calala, para que podamos seguir apoyando el trabajo del movimiento feminista en Honduras en defensa de los derechos sexuales y los derechos reproductivos, de la legalización de la píldora del día después y de la despenalización del aborto. Empieza ya a donar.