El pasado 27 de marzo, la  Iniciativa Mesoamericana de Mujeres Defensoras de Derechos Humanos, uno de los grupos que apoyamos desde Calala-Fondo de Mujeres, participó en el 150 periodo de sesiones ordinarias la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), con motivo de los 20 años de la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer de Belem do Pará. La Iniciativa presentó en una audiencia ante la CIDH el documento  “Retos y pendientes para la protección de las mujeres a 20 años de la Convención Belém do Pará: el caso de las mujeres defensoras de derechos humanos” , tras lo cual Tracy Robinson, comisionada de la CIDH,  señaló  que el apoyo a las defensoras de los derechos de las mujeres es un «deber» de los Estados de las Américas y una prioridad para lograr la igualdad de sexos.

Tal como recoge La Informacion.com,  Robinson afirmó que «destacar la protección de las defensoras de los derechos humanos mujeres es una excelente forma de llamar la atención sobre el deber de los Estados» en material de igualdad, así como de «enfatizar el resultado de nuestros esfuerzos en relación a la violencia contra las mujeres. A veces, poner el foco solamente en la violencia doméstica genera en realidad el análisis contrario sobre la situación de las mujeres», añadió.

Violencias de género más allá del ámbito doméstico 

Marusia López, Directora Regional de Asociadas por lo Justo (JASS), una de las entidades coordinadoras de la Iniciativa, que participó en la audiencia ante la CIDH, señaló que las mujeres en la región  «siguen enfrentando múltiples discriminaciones que limitan su participación social». De hecho,   la Iniciativa remarcó que, aunque la Convención de Belem do Pará dio un fuerte  impulso a los procesos legislativos nacionales, en especial a partir del año 2000, que se tradujo en un importante número de leyes»,  tal como constató un estudio de la Organización Panamericana de la Salud de 2013, «en su mayoría las leyes han sido formuladas en términos de violencia doméstica», cuando ésta » es solo una forma en la que puede expresarse la violencia de género», mientras «la obligación convencional exige que los estados apliquen paradigmas legales más amplios que el ámbito dom!stico, que miren y respondan ante los diferentes espacios en que la violencia de género» se expresa.

En este sentido, las defensoras se refirieron a otras expresiones de las violencias de género, tales como «las violaciones sexuales, el asedio sexual en el trabajo  y en las instituciones educativas;la violencia sexual contra mujeres privadas de libertad;  la violencia contra las mujeres desarraigadas; el tráfico de mujeres, la violencia obstétrica, la violencia producida en el espacio doméstico o en el marco de relaciones familiares y/o afectivas».  Además, la Iniciativa remarcó la importancia de tener en cuenta que las «mujeres somos diversas, algunas somos defensoras, migrantes, indígenas, trans, lesbianas, por lo tanto dichas manifestaciones requieren un abordaje en función de estas especificidades».

La Iniciativa presentó  ante la CIDH un diagnóstico con visión de género sobre la situación de las defensoras de DDHH «que permita reconocer los riesgos y  las formas de violencia específica que enfrentamos por nuestro género en un contexto de violencia y discriminación que impera en todos los países de la región» y destacaron  que, «hasta ahora, los estados no cuentan con sistemas de registro que desagreguen por sexo y etnia la situación de las personas defensoras», ante lo cual remarcaron que «son las organizaciones de la sociedad civil quienes estamos documentando las agresiones».

De hecho, el pasado septiembre  la Iniciativa presentó el Diagnóstico 2012. sobre Violencia contra Defensoras de Derechos Humanos en Mesoamérica, que constituye el segundo análisis que elabora sobre la violencia específica ejercida contra las defensoras de DDHH en la región y el primer diagnóstico de este tipo elaborado con visión de género,  fruto de tres años de intenso trabajo de las organizaciones de defensoras de México, Salvador, Guatemala y Honduras, después de la creación de la Iniciativa en 2010.

Robinson anunció que la CIDH presentará en 2014 un informe en el que se examinan los logros y retos en materia de igualdad dos décadas después de la convención de Belém, que, según la secretaria ejecutiva de la CIDH, Elizabeth Abi-Mershed, ha servido de «inspiración y guía jurídica» a la comisión.