Ante la reciente creación de la Policía Militar y su despliegue por las calles de Honduras, el Foro de Mujeres por la Vida, una de las organizaciones que apoyamos,  lanza la Campaña “Ni encerradas, ni con miedos»  para redefinir el concepto de seguridad en un país que vive un alto nivel de peligrosidad tras el golpe de estado de junio de 2009. La Campaña del Foro (organizada conjuntamente con Radio Progreso y el Equipo de Reflexión, Investigación y Comunicación-ERIC-) defiende una noción de seguridad «que incluya los derechos de las mujeres en todos los espacios».

Entre otros materiales, la Campaña ha lanzado un video en el que rechaza el militarismo como solución a los problemas de seguridad colectivos y diversos carteles donde mujeres de distintas edades y contextos reivindican su derecho a estar seguras.

Compartimos el pronunciamiento público que la Campaña “Ni encerradas, ni con miedos» hizo el pasado 2 de octubre

«Ante la creación de la Policía Militar y su pronta salida a las calles, la Campaña “Ni encerradas, ni con miedos”, conformada por Radio Progreso, el Foro de Mujeres por la Vida, y el Equipo de Reflexión, Investigación y Comunicación, ERIC, manifiestan a la comunidad nacional e internacional:

1. Las instituciones vinculadas a la seguridad y justicia en nuestro país, han dado muestras de su ineficiencia, evidenciando graves fallas estructurales y una serie de actos de corrupción en repetidas ocasiones. Prueba de ello es la vinculación de policías y militares en crímenes; el fallido proceso de depuración policial; las engavetadas propuestas de la Comisión para la Reforma de la Seguridad Pública; la elección inconstitucional de un Fiscal General y adjunto; la falta de independencia del poder judicial y la participación de estas instancias en violaciones a los Derechos Humanos a nuestro pueblo como el golpe de Estado 2009.

2. Es de gran preocupación para las organizaciones defensoras de Derechos Humanos, que las políticas y estrategias de seguridad implementadas por el gobierno de Honduras, se encuentran encaminadas a remilitarizar el país y a invertir recursos en el fortalecimiento de las Fuerzas Armadas. Dejando desprotegido aéreas fundamentales para la seguridad de la población, como las acciones encaminadas a prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres.

3. Son precisamente las instancias arriba mencionadas que por acción y omisión, cotidianamente atentan contra la seguridad y la justicia en nuestro país. Todo esto genera altos índices de impunidad y violencias, que impactan directamente en la población y específicamente en la seguridad de las mujeres. Lejos de reconocer esto como un problema de seguridad de Estado, el Gobierno de Honduras no sólo no ha logrado reducir la inseguridad de las mujeres sino que ha contribuido a su empeoramiento. Para muestra desde el año 2005 hasta el 2012, la muerte violenta de mujeres mantiene una tendencia creciente pasando de 175 a 606 feminicidos en el 2012, lo que representa un aumento de 246.3%” .

4. Ahora se crea la Policía Militar del Orden Público, aprobada por el Congreso Nacional el 22 de Agosto 2013, en primer debate y que permite que 5 mil militares salgan a las calles a realizar funciones de policías a partir del 3 de Octubre del año en curso. La Policía Militar no es más que el retorno a la militarización de la policía y representa un retroceso en materia de seguridad y Derechos Humanos, regresando a Honduras casi dos décadas atrás, cuando la seguridad en manos de los militares causó asesinatos, desapariciones, tortura, saqueo del país y represión del pueblo. Con esta acción se intenta borrar un proceso de años que intentó devolver la seguridad a manos del poder civil y se pone en riesgo la integridad de la ciudadanía.

5. Las mujeres que mantenemos viva la memoria histórica de nuestro pueblo, en vísperas de que los militares salgan a las calles asumiendo funciones que no les corresponden. Recordamos hoy a nuestros hijos, hijas, parejas, familiares y amistades desaparecidas en manos de militares. Sentimos las huellas dolorosas en nuestros cuerpos producto de torturas, violencia sexual y represión de militares. Recordamos la implicación de estos en el reciente golpe de Estado de Honduras y en muchos otros golpes a las democracias de pueblos hermanos. Revivimos el miedo que sentimos en las comunidades producto del acoso y represión que la ideología militarista pretende imponer en nuestros territorios y vidas.

6. Las organizaciones que integramos la campaña “Ni encerradas, ni con miedos”, nos manifestamos totalmente en contra la creación de la Policía Militar del Orden Público, ya esta además de ser inconstitucional, tampoco responde a las necesidades de seguridad en el país. La seguridad es un derecho humano de las mujeres y hombres de esta nación. Honduras requiere medidas serias en esta materia, pero estas deben estar vinculadas a los estándares nacionales e internacionales de derechos humanos, deben ser garantes de la libertad de la población, necesitan impulsar el funcionamiento de poderes e instituciones independientes y comprometidas con el bien común. La seguridad de Honduras no puede y no debe estar en manos de aquellos que han sido señalados nacional e internacionalmente por graves violaciones a los derechos humanos de nuestro pueblo.

7. En el caso de las mujeres, esta seguridad solo puede ser real si conecta a todas las esferas de nuestra vida, es decir lo íntimo, privado, y público. Si reconoce la violencia contra las mujeres como un problema grave de seguridad. Si propicia la autonomía en nuestras vidas y protege todos nuestros derechos. Una seguridad basada en las mismas armas que nos asesinan, en militares que nos causan miedo y violencia, no es seguridad, es represión. Las mujeres no queremos permanecer ni encerradas ni con miedos. Exigimos seguridad para todas, en todos los espacios, con todos nuestros derechos».