sumate_nosfaltan16El 21 de enero de 2015, el Congreso de El Salvador aprobó la concesión de indulto para Guadalupe, encarcelada durante los últimos siete años por delito de aborto, tras sufrir un aborto espontáneo debido a las complicaciones obstétricas de un embarazo producido tras una violación. Todo un hito que abre la puerta a la esperanza para lograr justicia para las otras 16 mujeres en su situación y por las que está en marcha la campaña “Una flor por las 17”. Celebramos esta victoria de la incidencia de los grupos que impulsan la campaña, a los que apoyamos desde Calala-Fondo de Mujeres: el año pasado, Calala lanzó una campaña para apoyar a las organizaciones que defienden el derecho al aborto en Centroamérica y donó 4.200 euros a la Colectiva de Mujeres para el Desarrollo Local, que además de impulsar la campaña Una Flor por las 17, coordina la Campaña Regional 28 de Septiembre por la despenalización del aborto en América Latina y el Caribe.

Un hito histórico que marca «una apertura en relación a los derechos de las mujeres»

indultoyaparalas17Guadalupe, condenada a 30 años por abortar después de un parto en el que el bebé nació muerto por una anomalía fetal, logró el indulto con el voto favorable de 43 diputadas y diputados del Congreso salvadoreño.  Por primera vez, desde la vigencia de la Ley Especial de Ocursos de Gracia se otorga el beneficio a una mujer a la cual le violaron sus Derechos Sexuales y Reproductivos. Antes, la Corte Suprema de Justicia y la Comisión de Justicia y Derechos Humanos de la Asamblea Legislativa habían emitido juicios favorables al indulto. Esta victoria es fruto del trabajo de las  organizaciones feministas y de derechos humanos de El Salvador, que en marzo de 2014  lanzaron la campaña «Una flor por las 17» para solicitar el indulto a 17 mujeres que están cumpliendo condena, y han agotado sus posibilidades de recurrir la sentencia.

Las_17En un artículo, Ana Siuatl, participante en la campaña, considera que en «El Salvador estamos asistiendo a una apertura en relación a los derechos de las mujeres, en el cual el derecho a decidir sobre nuestro propio cuerpo todavía no ha llegado, pero dentro del marco de la moral de una población, en su mayoría practicante de alguna religión ya sea católica o evangélica, el tener en cuenta los causales de aborto ético, eugenésico y terapéutico ya es un avance». La campaña “Una flor por las 17” está logrando posicionamientos favorables a nivel nacional e internacional. En octubre de 2014, la Corte Suprema de Justicia de El Salvador pidió el indulto para Mirna, una de las 17, y el 23 de diciembre de 2014 emitió un informe favorable a la concesión de indulto para Guadalupe ya que, como dice la resolución, “queda demostrado que en el presente caso existen, no solo razones poderosas de justicia y equidad, sino también de índole jurídica relacionadas con derechos y garantías fundamentales de la imputada, como es la garantía que se presuma su inocencia mientras no se haya probado su culpabilidad conforme a la ley, y que en caso de duda razonable, se considere lo más favorable a su persona, recomendándose por tal motivo la concesión del indulto de la pena de treinta años de prisión que se le impuso por la muerte de su hijo recién nacido”. El 12 de enero de 2015, la Comisión de Justicia y Derechos Humanos de la Asamblea Legislativa aprobó por unanimidad el dictamen favorable al indulto, que debía ser ratificado por el Congreso. El 16 de enero, día en que se conmemoraron 23 años de la firma de los acuerdos de paz, se hizo una primera votación en la que las y los parlamentarios no otorgaron la gracia del indulto a Guadalupe, ya que no logró mayoría simple. El 21 de enero, las organizaciones feministas salvadoreñas lanzaron la ciberacción #IndultoYa para pedir a las y los diputados salvadoreños a través de sus perfiles en redes sociales que aprobaran el indulto.

La penalización total del aborto también ha concitado la solidaridad de organizaciones como Amnistía Internacional, que han recogido la denuncia en el informe «Al borde de la muerte: violencia contra las mujeres y prohibición del aborto en El Salvador«, y el pasado octubre nueve países presionaron a El Salvador ante las Naciones Unidas para que modifique la legislación restrictiva sobre el aborto.

Rescatemos a las otras 16 de la injusticia

Ana Siuatl recuerda que «todavía hay 15 mujeres que están esperando que la justicia y el Estado reconozcan que fallaron y funcione también para ellas, nunca es tarde para rectificar. Estas mujeres ya habían perdido la esperanza de salir de la cárcel y de ver crecer a sus hijos e hijas. Hay quince porque el caso de Mirna (para la que la Corte Suprema de Justicia también pidió el indulto) no se llegó a discutir en la Asamblea, pues ya había cumplido su condena y estaba a punto de salir de la cárcel, fueron doce años y medio de condena injusta. Recordemos que entre 2000 y 2011 al menos 129 mujeres salvadoreñas fueron acusadas de aborto, es decir, detrás de Guadalupe hay muchas mujeres que están sufriendo la misma violencia sistémica».

Cabe recordar que el Salvador es uno de los nueve países del mundo donde no se permite a las mujeres abortar ni siquiera cuando peligra su vida por el embarazo. Siete de estos países (Salvador, Chile, Nicaragua, Honduras, Haití, Surinam y República Dominicana) están en la región de Latinoamérica y el Caribe, donde la presión de grupos fundamentalistas y antielección ha logrado la promulgación de leyes restrictivas del aborto desde los años 80. El efecto directo es que muchas mujeres se ven obligadas a abortar de forma clandestina e insegura, poniendo en riesgo sus vidas: el 95% de los abortos que se realizan en América Latina y el Caribe son inseguros y aproximadamente el 11% de las muertes maternas ocurren como consecuencia de estos abortos inseguros.